Y el Athletic pasa a la final

Ayer fue día de fútbol, saben los que me conocen, que no soy mucho de los balompedistas. Pero ocurrieron varias circunstancias que hicieron que prestara cierta atención. En primer lugar nuestro amigo Miquel pasó un rato agradable hasta los últimos diez minutos (¡Menudo regalo de cumpleaños triste que te hicieron!) y el Mallorca deberá preocuparse de no jugar el año que viene con el Murcia.

Lo más impactante pasó en Bilbao, donde Del Nido (presidente del Sevilla) aullaba a los cuatro vientos que el Sevilla se comería al león, y en las gradas de San Mamés, tras el tercer gol del Athletic, le gritaban con sorna castiza: ¡Comeme el rabo, Del Nido, comeme el rabo! Un momento de esos que pasarán a la historia de la televisión.

Aunque sin duda, el momento más excepcional surgió horas después, cuando en medio de la algarabía, una joven e incauta periodista intenta retratar lo que está sucediendo, olvidándose el retrovisor en casa.



Cuando pasan estas cosas, siempre me planteo: ¿Estará la familia de la reportera reunida para ver a la niña en televisión? ¿Qué se le vendrá a la cabeza al padre o a la abuela en ese momento?